El sistema de ortodoncia más utilizado y conocido durante años ha sido el de los brackets metálicos, que siempre hemos relacionado con niños y adolescentes porque solían someterse a estos tratamientos.
En la actualidad, los aparatos metálicos no son solo cosa de niños, también adultos utilizan este método de ortodoncia, dado el interés de personas con edad más avanzada en solucionar los problemas de mordida, alineamiento y apariencia de la sonrisa.
La función de los brackets metálicos es exactamente la misma que la de otros métodos como Invisalign; mover los dientes a la posición correcta, mejorando la estética y procurando que la masticación sea la adecuada para que no haya piezas dentales que se interpongan unas entre otras y no permitan un higiene correcta.
Para conseguir mejorar nuestra sonrisa y devolver la funcionalidad a nuestros dientes, el tratamiento cuenta con una serie de elementos fundamentales como son el arco, las ligaduras y los brackets.
La principal ventaja que obtenemos de los brackets tradicionales está en el precio. Es el tratamiento de ortodoncia más barato de los que actualmente se llevan a cabo (brackets linguales o transparentes como Invisalign).
Otra ventaja importante es su resistencia, ya que están construidos de un material más duro que otro tipos de brackets que utilizan porcelana o plástico.
En cuanto a sus desventajas, la más relevante es la estética, sobradamente sabemos que son muy visibles y difíciles de disimular.
Por otro lado, el tiempo que debemos de invertir en la higiene, es otro factor que juega en desventaja con respecto a otros tratamientos.
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Como cualquier tratamiento de ortodoncia, existe un período de adaptación y habitualmente sentiremos molestias después de que nos hayan puesto los brackets, no obstante, son totalmente soportables y esa sensación solo la tendremos los primeros días, posteriormente haremos vida normal y no nos enteraremos de que llevamos brackets metálicos en nuestra boca.
Desde Clínica Perán, siempre aconsejamos comprar cera protectora en la farmacia, así evitamos esas ligeras molestias iniciales.
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